La importancia de la restauración de los ecosistemas fluviales

Los ecosistemas fluviales se encuentran muy degradados, hasta el punto de que más de un tercio de los mismos se encuentran en una situación de degradación elevada. Para recuperar el buen estado de los ecosistemas tenemos varios motivos, como la existencia de bosques riparios formados por comunidades biológicamente de gran riqueza y variedad, o la existencia de importantes formaciones vegetales edáficas. Hay que señalar que estos bosques de ribera juegan un papel clave en la regulación hidrológica, siendo fundamental en la estabilización de los márgenes del río, contención de crecidas. También evita el arrastre de materiales y la erosión, favorece la creación de suelos fértiles por la sedimentación del río, y contribuye a evitar o disminuir inundaciones al permitir que los suelos mantengan su capacidad de desagüe y permeabilidad. Esta vegetación de los ríos reduce además la contaminación del agua del río, ya que actúan como un filtro verde.

Un bosque de ribera con una aceptable composición vegetal es fundamental para la conservación del propio ecosistema fluvial, ya que la protección que la cubierta vegetal proporciona al río supone una regulación de la de la cantidad de luz que llega a la superficie y de temperatura del agua, factores que influyen directamente en el desarrollo del óptimo funcionamiento del ecosistema y de los diferentes organismos acuáticos. Además, la cubierta vegetal supone un refugio para los distintos organismos terrestres y acuáticos, siendo muy importantes para la fauna.

Las actuaciones para la recuperación de los ecosistemas fluviales son:

• Devolución al río de su espacio fluvial, que actualmente está ocupado en una gran parte por la agricultura.
• Eliminación de obstáculos innecesarios como presas, ya que alteran el funcionamiento hidrológico natural, causando la fragmentación del hábitat de los ríos.
• Respetar los caudales de los ríos para garantizar el suficiente aporte de agua y sedimentos para garantizar de una manera óptima las funciones del río y controlar los posibles focos de contaminación.
• Recuperar la cobertura vegetal.